La magia del nuevo orden: el cielo de Septiembre

 In AstroNota

Se abre el telón celestial de Septiembre con el Sol transitando a los 8º de Virgo; abraza su tránsito un Stellium integrado por Mercurio, Venus y Marte, todos haciendo un trígono a Urano en Tauro. El Sol en esta posición celestial de septiembre ilumina de lleno la energía correspondiente al signo de Virgo, cuya polaridad es femenina; modalidad mutable, su elemento la tierra. La naturaleza de este signo aspira al trabajo permanente para la realización de objetivos de manera pulcra y perfecta, casi impoluta. El servicio desinteresado es la forma en que manifiesta su entrega al trabajo, al orden de lo cotidiano, y la promoción de la salud a través del análisis minucioso y pormenorizado para alcanzar la perfección. Esta energía del Sol en Virgo abocada al trabajo, lo cotidiano y la salud se verá canalizada por el Stellium –Mercurio, Venus y Marte – (Pienso, Deseo y Hago). La presencia de Mercurio, regente de Virgo, tan cerca del Sol, aportará claridad a los pensamientos y beneficiará a todos los asuntos de este planeta, como son la comunicación y las negociaciones. Habrá de algún modo en el estado de conciencia celestial una oportunidad de ver con más claridad aquello que con Mercurio Retrogrado nos pusimos a analizar. La comunicación, el intercambio de ideas y planes se conectan con lo que deseamos – Venus- y con el impulso de llevarlo a cabo a través de la acción directa – Marte-. Pienso, luego conecto mi pensamiento con lo que deseo y lo llevo adelante con la acción. Este Stellium entre el pensamiento Mercurio y Venus y Marte, pareja cósmica invitada a esta fiesta del orden, ofrecen también la gran oportunidad de reflexionar acerca de nuestras relaciones en el ámbito de lo cotidiano. En este sentido, el cielo de septiembre nos convoca a la toma de decisiones razonadas y sentidas. La retrogradación de Urano en Tauro, genera la vibración interna necesaria para replantear las formas en que solíamos abordar cambios y gestionando recursos de manera estructural. El trígono de Urano al Stellium que conlleva una energía tan mental ayudará a replantearnos en qué estamos invirtiendo nuestros pensamientos para materializarlos de la mejor manera posible en la vida cotidiana.

Asimismo, se forma muy ajustadamente, un Gran Trígono de Tierra entre el Sol en Virgo, el Stellium –Mercurio, Venus y Marte también en Virgo/ Urano en Tauro y Saturno en Capricornio. Este Gran Trígono conectado por otra configuración armónica como lo es el Stellium, traerá una sensación de búsqueda de estabilidad y calma, seguridad interior, resistencia y perseverancia para planificar y organizar a través del trabajo nuestro día a día. La planificación estratégica para una nueva forma de abastecernos de cara a mejorar nuestro bienestar general, es la energía disponible y a aprovechar de este Gran Trígono. Sin prisa pero sin pausa, la irrupción y la generación de nuevas formas en los niveles de la profesión, trabajo, cotidiano y salud se fijarán en nuestra razón generando tensión respecto a la filosofía que teníamos al “cómo se debe vivir ordenado o cómo debo vivir para ser un ser ordenado”, en los ámbitos ya mencionados. Esta tensión filosófica de saberse de una forma y la interpelación racional permanente para desaprender lo aprendido de nuestra estructura personal y social es generada por las Cuadraturas que Júpiter– el planeta filosófico por excelencia – le hace al Sol y al Stellium –Mercurio, Venus y Marte en Virgo. El choque del pensamiento practico versus la filosofía de lo aprendido hasta aquí, resulta necesario para la planificación estratégica del nuevo mapa que nos indicará el camino a seguir en la realización de objetivos anhelados. Esta tensión debe ser aceptada como una herramienta más para canalizar nuestra creatividad de manera práctica para mejorar los recursos materiales, y volvernos más prósperos en el sentido más amplio de su conceptualización. En suma, la sensación predominante de estos primeros días será la necesidad de traer orden a todo nivel: clarificar los pensamientos, organizar los vínculos y avanzar a paso firme, medido, seguro sobre nuevas bases del ser.

Para comprender mejor el inicio de esta búsqueda o llamado a reorganizar la vida cotidiana, hay que recordar que el 30 de agosto de 2019 la Luna Nueva en Virgo desplegó su energía impulsando las intenciones con el firme objetivo de sembrar nuevas estructuras y un nuevo orden, dando así inicio al ciclo entre el Sol y la Luna.

“Siguiendo la Luna y su veta invisible……” el 14 de Septiembre tendremos la Luna Llena en el grado 20 del eje Virgo-Piscis. La energía de culminación del último signo del zodíaco –Piscis- revela y reafirma el propósito del Sol en Virgo y el abrazo dado por el Stellium a aquel que le susurra con ternura y firmeza, “no estás solo para pensar esto, podemos disfrutar juntos el arte de planificar una nueva forma de andar la vida y hacerlo sin más”; así, todo estará listo para terminar de limpiar y entregar viejas formas de estructurar nuestro orden cotidiano, dado que el contexto exige un cambio de bases. Resistirse a lo obsoleto, a lo que no puede ser aplicado en este presente solo traerá complicaciones que pueden evitarse; aprovechar estas energías que se han combinado a favor del disfrute de la planificación de nuestras vidas nos otorgará la capacidad de decidir cómo transitar la segunda mitad del año astrológico. Este Plenilunio hará un trígono a Plutón en Capricornio, y traerá a nuestra conciencia, el saber, el sabor y el sentir de una perdida; la perdida de la vieja forma de ordenarse, conlleva en sí, el dolor natural de crecer; avanzar e ir para adelante. El sentimiento de pérdida se traduce en el costo necesario que debemos pagar para ganar la oportunidad de construir y reinventarnos desde una nueva perspectiva.

Ese mismo día, Mercurio y Venus ingresarán a Libra, ya livianos de la carga del pasado, estarán listos para entregarse a la belleza del mundo y a los intercambios armoniosos, a desmedro que el amor romántico obnubile la razón que venía abocada al trabajo analítico y profundo. Se aproxima la Primavera, que es un escenario siempre propicio para acoplarse a las vibraciones de seducción emanadas por la naturaleza de la que somos parte integrante.

Acompañando el comienzo de una nueva etapa, el 18 de Septiembre Saturno, después de estar retrogradando desde el 30 de Abril de este año, despierta en el grado 14 de Capricornio. La retrogradación del Dios del Tiempo nos puso en situación de revisión no sólo de las estructuras que nos sostienen, sino también de aquellas montañas que anhelamos escalar. Su juego permanente de acercamiento y distancia con Plutón nos han llevado a la ruptura de paradigmas en todos los ámbitos, no con poco esfuerzo, para replantearnos aquellos mandatos que ya están caducos en nuestra vida y en la sociedad. Con este planeta de nuevo Directo, y a toda marcha hacia su encuentro definitivo con Plutón a comienzos del próximo año, se terminará de consolidar la conciencia del espacio donde deseemos ahondar los esfuerzos y los sacrificios para alcanzar la meta.

Llegando al 23 de Septiembre el Sol ingresa a Libra, celebrando ese día el Equinoccio (el día y la noche de igual duración) y dando la bienvenida a la primavera. La entrada del Sol en el signo venusino renueva la energía y el deseo de compartir de manera armoniosa con otros. Esta época del año nos permite reinventarnos, dejar de hibernar, para comenzar a preparar la salida al exterior. Libra es un signo Social, y el primero que nos ofrece al “otro” como espejo para develar esa parte del subconsciente que no logramos ver por nosotros mismos.

El 28 de Septiembre se dará la Luna Nueva en Libra a los 8º. Representa así el paso siguiente en la implementación del plan estratégico elaborado en los días anteriores. La puesta en marcha se verá reflejada a través de la relaciones vinculares y el desafío se sentirá ardiendo en la herida que marca la oposición de Kirón en Aires; apuntando directo a nuestro yo primario, traducido en la herida al ego que nos viene a mostrar que la acción mancomunada, el trabajo o la asociación con el otro nos permitirá obtener mejores resultados en términos materiales y espirituales. Las posiciones planetarias junto a la Luna en Libra posibilitan reconocernos y evolucionar individualmente, reflexionando acerca de mi “yo” más profundo en relación con otros. Cómo nos comportamos cuando dejamos de ser “yo” y pasamos a ser “nosotros” es una reflexión válida para este novilunio.

El mes de Septiembre entonces nos ofrece un cielo de oportunidades que desafía a ejercitar nuestro razonamiento pragmático, el cual deberá elegir las nuevas rutinas y desechar las obsoletas para construir otras formas de transitar la vida cotidiana. Todo está preparado para que podamos elaborar el plan y vivir de inmediato la experiencia de su puesta en marcha. Para esto es clave aceptar que debemos encontrar-nos reconceptualizando polaridades para potencializarlas en post de la evolución individual y en efecto, también social. Este cielo, entonces, será auspicioso para experimentar de manera interna y externa otros rituales en la habitualidad. Las personas solemos ordenarnos a través de nuestro cotidiano, el trabajo, la salud, la profesión y la obtención de recursos que posibilitan darle un “marco” de previsibilidad a nuestro destino diario; y esa forma aprendida de organización habitual del ser se encuentra ardiendo en nuestro cuerpo, espíritu y conciencia individual y colectiva; para sanar, este Cielo de Septiembre nos regala energía disponible de Tierra, para que la humanidad se integre de una vez nuevamente a la naturaleza. Este Cielo de Septiembre nos da la posibilidad de trazar nuevos senderos; esto importa asumir la responsabilidad individual y colectiva de generar espacios de “servicio y entrega” en nuestros vínculos cotidianos – Virgo y Libra – en concordancia con aquellos planetas que atraviesan a Tauro y Capricornio – Recursos y Profesión resistiendo la tensión de viejas filosofías –Sagitario – para beneficiarnos con un nuevo resplandor; una nueva filosofía de vida y dar nacimiento a una manera coordinada y amable de cuidar nuestra Tierra que Arde de Dolor – Quiron en Aries – para cuidarnos a nosotros mismos y a los “otros” que también forman parte de uno mismo.

¿Cuál será tu pequeño, nuevo gran ritual cotidiano para cambiar tu mundo y en efecto el nuestro?

 

Julia Maria, Maria Sol Doti, Ximena Ferretto. Estudiantes de 3er año de la Formación de Astrología en Centro Urania

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